La larga y rica historia del tabaco y el cannabis fumados

Los humanos vivimos desde tiempos inmemoriales en simbiosis con las plantas, y las fumamos desde milenios atrás. Los quemadores de incienso en China las usaban en los ritos funerarios hace aproximadamente 2.700 años, y son considerados los primeros usuarios de cannabis que exploraron las finalidades psicoactivas de la planta. Es una de las formas más antiguas que conocemos de uso del cannabis inhalado.1 Posteriormente vinieron las pipas, los porros, los bongs, y muchas otras formas de consumo vía inhalación.

El tabaco no es ninguna excepción, y también lo hemos consumido desde tiempos bien lejanos. En muchas civilizaciones y culturas, el tabaco se considera una planta sagrada y un ingrediente clave de prácticas ancestrales de la medicina indígena. Durante mucho tiempo, en América el tabaco ha sido parte de prácticas ancestrales con hierbas, con campos de cultivo en México, que se remontan al 1400-1000 aC. Fumar tabaco era parte de la ceremonia, ofrecía protección en los viajes medicinales y servía para comunicar pensamientos y para orar con el Creador. El tabaco fue un elemento del comercio en Norteamérica y se integraba como parte de los tratados de paz y de los acuerdos comerciales. Con la colonización de América, el tabaco pasó a ser un bien para las grandes corporaciones, y dio lugar a una enorme industria que sobrevive a día de hoy.2 Como el cannabis, hay varias formas de consumirlo aparte de fumado.

El cannabis y el tabaco no son las únicas hierbas que proporcionan una diversidad de efectos vía inhalación. Por ejemplo, un estudio de 2020 de la Universidad de Chicago encontró en Norteamérica restos arqueológicos de pipas para consumo de hierbas no tabáquicas, las primeras de este tipo. Los investigadores concluyeron que las comunidades indígenas de Norteamérica fumaban en torno a 100 especies diferentes de hierbas.3 Algunas eran también psicoactivas, como el estramonio (Stramonium Datura), que se consumía inhalado en América, la India y otros lugares.4

El estudio del cannabis y del tabaco nos da perspectiva sobre las prácticas de fumar por todo el globo. Es habitual que el tabaco se añada a los porros y que se fume como mezcla en Europa. Los europeos adoptaron esta práctica a causa de la gran presencia de hachís importado de África del Norte durante los años sesenta del pasado siglo y de la falta generalizada de la flor del cannabis hasta muy recientemente. Ello contrasta con la situación en América, donde históricamente se tenía acceso a la flor del cannabis, ya fuera plantada en casa o importada. Esta es la razón por la que tanto en Norteamérica como en América del Sur el cannabis se consume solo y no se mezcla con tabaco. Todavía es escasa la investigación sobre cómo funcionan el cannabis y el tabaco juntos. Los estudios a menudo no distinguen entre los impactos a largo plazo de fumar tabaco y de fumar cannabis, ya que muchos consumidores fuman las dos plantas.5,6

Alternativas a fumar cannabis y tabaco

Fumar ha sido un método popular para obtener las propiedades deseadas de las plantas. Vista la inmediatez de los efectos, muchos consumidores prefieren este método a otras vías de administración que tardan más tiempo en hacer efecto. Fumar proporciona un inicio rápido y una fácil valoración. Se puede decidir cuánto quieren consumir y valorar la dosis hasta llegar al efecto deseado. Este no es el caso de la ingestión oral, donde la dosificación puede ser más delicada. Dicho esto, algunas personas no pueden fumar por razones de salud o, simplemente, no quieren hacerlo. En este caso, el cannabis se puede ingerir (en tinturas, cápsulas o extractos de aceite), o aplicar externamente (en bálsamos, cremas o parches).7

El tabaco se ha absorbido históricamente de varias maneras también, aunque las vías de administración son bastante diferentes de las del cannabis. El tabaco se puede consumir como polvo: las comunidades indígenas de Sudamérica mezclaban tabaco con otras hierbas en una mezcla conocida como rapé. El tabaco también se puede consumir como té o vaporizado.8 La energía del tabaco es ingrediente también de esencias de flor y de homeopatía.9 El aceite esencial del tabaco es una nota base en perfumería.10

Aspectos en torno a la combustión de las hierbas

Mucha gente considera que conectar con el tabaco sin fumarlo es una forma ideal de apropiarse de sus características medicinales, espirituales y energéticas. Por otra parte, fumar es un método de ingestión sagrado para mucha gente, y eso tiene una notable importancia cultural. Eso es así mientras que, al mismo tiempo, muchos consumidores generan dependencia del tabaco a causa de la acción farmacológica de la nicotina.11 Afortunadamente, las hierbas nos ofrecen otras muchas formas de trabajar con ellas. Las vías alternativas de consumo pueden ser útiles para obtener sus beneficios mientras al mismo tiempo soslayamos sus inconvenientes.

Fumar, a pesar de ser un método tradicional de administración que facilita apropiarse de las características y los efectos beneficiosos, también crea subproductos en la combustión que son dañinos para los pulmones. Las hierbas que inhalamos por combustión pueden tener impactos negativos en el cuerpo a raíz de los productos tóxicos contenidos en el humo, como monóxido de carbono, poli-aromáticos, nicotina y N-nitrosaminas.11 Y ello es aplicable no sólo al tabaco, sino a todas las hierbas que se fuman.

En el próximo artículo de la serie exploraremos las alternativas no tabáquicas y las alternativas a fumar con respecto al consumo de tabaco y de cannabis.

Referencias:

  1. Ren M, Tang Z, Wu X, Spengler R, Jiang H, Yang Y, Boivin N. The origins of cannabis smoking: Chemical residue evidence from the first millennium BCE in the Pamirs. Science advances. 12 jun 2019;5(6):eaaw1391.
  2. Nez Henderson P, Lee JP, Soto C, O′Leary R, Rutan E, D′Silva J, Waa A, Henderson ZP, Nez SS, Maddox R. Decolonization of tobacco in indigenous communities of Turtle Island (North America). Nicotine and Tobacco Research. Feb 2022;24(2):289-91.
  3. Waxman, Eliana. (2020). What plants were smoked in pre-colonial North America? Ancient pipes hold clues. UChicago News. Consultado 22-3-2023.
  4. The Seed Sistas. Poison Prescriptions. Watkins Media Limited; 2022.
  5. Grotenhermen F. Cannabis-associated arteritis. VASA. Supplementum. Feb. 1 2010;39(1):43.
  6. Russo EB. Current therapeutic cannabis controversies and clinical trial design issues. Frontiers in pharmacology. 14 sept. 2016;7:309.
  7. Malka, Deborah. (2020). Dosage and Delivery of Cannabis Medicine. Society of Cannabis Clinicians Clinical Training Course.
  8. Pendell D. Pharmako/Gnosis. North Atlantic Books; 2009.
  9. Ullman, Dana. (2017). Tobacco: A Medicine and a Poison – Insights From Homeopathy. Homepathic Family Medicine. Consultado 22-3-2023.
  10. The Perfume Society. (2017) Tobacco – The Perfume Society. Consultado 22-3-2023.
  11. Abdel Rahman RT, Kamal N, Mediani A, Farag MA. How Do Herbal Cigarettes Compare To Tobacco? A Comprehensive Review of Their Sensory Characters, Phytochemicals, and Functional Properties. ACS omega. 6 dic 2022;7(50):45797-809.

Resumen

La práctica de fumar, incluyendo el cannabis y el tabaco, data de miles de años atrás. El cannabis y el tabaco nos ofrecen información sobre las prácticas de fumar de todo el globo, con algunas zonas donde es habitual mezclarlas y otras donde no. Todavía hay pocos estudios sobre  cómo funcionan el cannabis y el tabaco juntos.

Fumar puede ser una vía eficaz de obtener los efectos curativos de las hierbas. Sin embargo, fumar, sea lo que sea, puede tener efectos negativos en el cuerpo a causa de los productos tóxicos producidos durante la combustión. Fumar tabaco es un método de absorción sagrado para mucha gente, y eso tiene una notable importancia cultural. Tal es así aunque mucha gente desarrolle dependencia por la acción farmacológica de la nicotina. Este apunte  explora la relación de los humanos con la práctica de fumar cannabis, tabaco y otras hierbas, con la mirada puesta, sin embargo, en la reducción de riesgos.

2023-05-02T14:54:03+00:00

Comenta