Cannabis y terpenos: qué son y sus efectos

El cannabis es una planta rica y compleja formada por una gran diversidad de compuestos psicoactivos. Pero no todos sus compuestos psicoactivos tienen efectos psicotrópicos; dicho de otra manera, no todos “colocan”. Es algo que empieza a ser entendido con la popularización del CBD (cannabidiol). El THC (tetrahidrocannabinol), entre otras cosas, “coloca”; el CBD, no. También es el caso de los terpenos, elementos psicoactivos que, si bien no “colocan”, sí que interfieren en el “colocón”. ¿Cuánto influyen los terpenos en el efecto del cannabis? ¿Se podría decir que, conociendo los terpenos del cannabis, se podrían anticipar sus efectos?

Si bien, a día de hoy, conceptos como perfil terpénico o mapa terpénico comienzan a ser tópicos en los círculos cannábicos, hay que reconocer que los terpenos no han sido descubiertos por los entendidos del cannabis. Utilizados en la industria alimentaria como odorantes y saborizantes, y también en la industria cosmética y de perfumería, los terpenos son viejos conocidos de la humanidad. En la medicina tradicional o popular han tenido mucho protagonismo de manera encubierta. Bien conocidas son las propiedades sedantes y ansiolíticas de la lavanda, debido a su alto contenido en linalool. Y también el factor antiinflamatorio del clavo, debido al eugenol, o el expectorante del eucalipto gracias a la presencia de eucaliptol, por sólo citar algunos ejemplos. A día de hoy podemos decir que los terpenos son los componentes mayoritarios de los aceites esenciales, esos remedios “caseros” que tantos males han aliviado y que se conocen desde tiempos ancestrales.

En el cannabis, como en el resto de plantas, los terpenos son esos compuestos que dan un olor y sabor característicos. Ese clásico gesto de oler una flor o cogollo en un intento de identificar la variedad de cannabis no hace otra cosa que oler terpenos. Pues resulta que son los terpenos los que confieren a cada variedad de cannabis un gusto y sabor únicos que la hace distinta del resto de variedades. Pero, ¿es eso lo único que aportan los terpenos?, ¿un punto gourmet a cada variedad?

Después de mencionar que forman parte de la medicina popular, la respuesta se intuye fácilmente. Los terpenos son mucho más que olor y sabor, son compuestos muy interesantes capaces de causar muchos efectos. A pesar de su sencilla composición química, poco más que carbonos e hidrógenos, son compuestos que a muy bajas concentraciones ya se hacen notar. Se considera que tienen interés farmacológico a partir del 0,05%[1] de concentración, muy por debajo de ese 0,2% propio del THC. Pero su verdadero secreto reside en su capacidad para combinar efectos. Hace tiempo que se conocen muchos de sus efectos por separado. Hoy se comienza a entender que su verdadero potencial reside en su capacidad para sumar efectos y generar sinergias.

En el cannabis los terpenos interactúan entre sí produciendo una gran diversidad de alianzas y sinergias. Pero también interactúan con los cannabinoides modulando y modelando sus efectos. Esta interacción entre terpenos y cannabinoides parece ser la causa de la diversidad de efectos de los distintos tipos de cannabis. Según los terpenos que acompañen a los cannabinoides, parece ser que estos pueden tener un efecto más o menos embriagador, más o menos estimulante, más o menos ansiolítico, más o menos analgésico, más o menos antiinflamatorio.

Se habla de “colocón”, pero la cosa va mucho más allá de un mero efecto embriagador en el cannabis. Existen efectos psicodélicos, efectos eufóricos, energéticos, creativos… efectos risueños, potenciadores de la empatía y de las ganas hablar. Pero también el cannabis puede generar ansiedad y paranoia, hambre y exceso de apetito, así como letargo y sueño, pero también taquicardia o dificultad para dormir. Parece que la cosa se complica, toda una infinidad de efectos, en muchos casos opuestos, derivados de una misma planta.

¿Y de dónde viene toda esa diversidad de efectos del cannabis? Parece que, de entre todos los compuestos psicoactivos de la planta, los terpenos tienen un papel crucial en esta diversidad. Se tienen identificados más de 400 terpenos con mayor o menor presencia en las diversas variedades de cannabis. Cada uno aporta su aroma y sabor particulares, pero también unos característicos efectos. Algunos sedativos, otros estimulantes. Algunos ansiolíticos, otros excitantes. Los hay analgésicos y también antiinflamatorios. Embriagadores, estimulantes, digestivos, antiespasmódicos, potenciadores de la memoria a corto plazo… el listado crece y crece, tanto como la diversidad de efectos del cannabis.

Partiendo de la clásica distinción entre plantas “sativas” (Cannabis sativa) o estimulantes y plantas “índicas” (Cannabis indica) o sedativas, tal vez se podría hablar de una clasificación de los terpenos propios del cannabis en función de sus efectos sedativos o bien estimulantes. De esta manera, se podría pensar que hay terpenos propiamente índicos y terpenos propiamente sativos. Pero resulta que la cosa no es tan sencilla. La mezcla de terpenos es prácticamente infinita. Por ejemplo, el mirceno, de gran potencial sedativo, es el terpeno más extendido en el cannabis, y no es específico de las variedades de perfil índico. El limoneno, desde tiempos precannábicos conocido por sus propiedades estimulantes, debería ser un terpeno de corte “sativo”. Y de hecho lo es, alta presencia de limoneno, o, lo que es lo mismo, un fuerte aroma y sabor a cítrico dulce con toque de limón, es sintomático de variedades estimulantes y energizantes, lo que tradicionalmente se ha conocido como de corte “sativo”. ¿Pero, qué pasa cuando en una variedad encontramos buenos aromas de limoneno mezclados con alta presencia de mirceno? Ahí empieza la magia de los terpenos. De repente, observamos que ese encuentro de intenciones y efectos propio de cada terpeno genera sinergias más sutiles que la mera suma de sus partes. Encontramos que esta unión de terpenos, incluso acompañada de niveles altos de THC sin apenas presencia de CBD, llega a generar efectos ansiolíticos, capaces incluso de modular el “colocón” de esos niveles altos de THC y de generar tranquilidad y bienestar mental.

¿Significa esto que siempre que se encuentre una presencia de mirceno y limoneno por encima del resto de terpenos tendremos perfiles ansiolíticos de cannabis? Parece que la cosa sigue complicándose. Son tan complejas las sinergias entre terpenos que, de la misma manera que sutiles toques de cualquier terpeno modifican su sabor y su olor, también estos sutiles toques son capaces de modificar sus efectos. Por eso hay que ir poco a poco. ¿Cómo orientarse entonces si en una misma variedad se pueden encontrar más de 100 terpenos? Tal vez lo más apropiado sea comenzar por centrarse en aquellos con mayor presencia en el cannabis. Hay terpenos que aparecen con mayor frecuencia en la diversidad de variedades, y, por lo general, estos mismos suelen aparecer en mayores concentraciones. Estos terpenos predominantes tienen un papel protagonista en el cannabis. A continuación, se introducen seis de los terpenos más comunes en la planta.

Mirceno

El terpeno más extendido en el cannabis. De olor dulce y afrutado. Exótico pero a su vez de toque terroso. Es un potente sedante y relajante. Se encuentra también en el mango, el lúpulo y la guayaba. Potencia los efectos del THC y posiblemente sea el principal responsable del efecto sedativo del cannabis.

Beta-cariofileno

Su olor recuerda a la pimienta y tiene un toque de madera y especias varias. Se encuentra, por descontado, en la pimienta y está presente también en prácticamente todas las variedades de cannabis. También de perfil relajante y sedativo.

Limoneno

Considerado el terpeno más “sativo”, pero no por ello exclusivo de las “sativas”. Con olor y sabor a cítrico dulce tirando a limón, lo encontramos en la gran mayoría de cítricos. Tiene efectos estimulantes y ansiolíticos.

Pineno

Posiblemente el terpeno más extendido en el reino vegetal, y también muy presente en el cannabis. Presente en pinos y coníferas, tiene ese toque a aroma fresco, picante y muy a bosque de pinos. Principalmente tiene un efecto energizante, pero a la vez de tranquilidad mental, capaz de “relajar” los efectos del THC.

Linalool

De aroma floral, sobre todo, a lavanda. Desde hace milenios se conoce su potente efecto sedante e inductor del sueño. En la naturaleza se encuentra en el jazmín, tomillo y sobre todo en la lavanda.

Humuleno

Terpeno muy versátil, con olor a lúpulo fresco y a hierba recién cortada, aporta cierto toque amargo propio del lúpulo, y también terroso. Es de perfil estimulante y se encuentra en el lúpulo, la pimienta negra, el ginseng y la salvia.

A pesar de reconocerlos y saber qué efectos tienen aisladamente, debe quedar claro que lo interesante entre terpenos es cómo se combinan. Y resulta que orientarse entre terpenos no es cosa sencilla. Prácticamente hemos respondido todas las incógnitas con más incógnitas. Partimos de una evidencia, la capacidad de los terpenos para generar efectos farmacológicos. Por lo tanto, no es difícil comprender cómo estos se combinan y modelan con los efectos del cannabis. En el intento de anticipar los efectos del cannabis a partir de su composición terpénica nos encontramos con la dificultad de reconocerlos y de entender sus sinergias e interacciones. Y, a pesar de este complejo laberinto, hay algo en nuestra complicada relación con los terpenos que parece poder explicar la diversidad de efectos del cannabis. Cada vez queda más claro que los terpenos juegan un papel fundamental en los efectos del cannabis, y que tienen una enorme capacidad y habilidad para modular a los cannabinoides, incluido el archiconocido tetrahidrocannabinol, popularmente conocido como THC; cannabinoide que tanta atención ha recibido y que ha sido seleccionado con tanto esmero por tantos cultivadores hasta convertirse en el compuesto psicoactivo mayoritario de la planta del cannabis, así como en el gran protagonista de todas las políticas reguladoras del cannabis. Y ahora resulta que unas sencillas cadenas de hidrógenos y carbonos llamadas terpenos son capaces de modularlo.

Se abre un campo enorme, y parece que no queda otra que afinar el olfato de cara a poder anticipar y/o entender los efectos de cada variedad de cannabis. Tal vez también sea bien importante analizar en el laboratorio los terpenos del cannabis. Pudiendo contrastar aromas y sabores con analíticas de laboratorio, las personas usuarias podrán comenzar a asociar sus experiencias a determinados terpenos y así podrán anticipar ciertas cualidades de cada variedad. No sólo se trata de saber cuánto THC hay y cuánto CBD lo contrarresta. Los terpenos tienen un papel primordial en los efectos del THC y del cannabis en general. Identificarlos anticipa efectos y, por tanto, supone una inestimable estrategia de reducción de riesgos (RdR). Comenzar a ponerle nombre a toda esa infinidad de olores, sabores y efectos del cannabis puede minimizar riesgos adaptando la planta a las personas y a sus usos; de lo contrario, son las personas las que acaban adaptándose a la planta y a sus “modas”.

Bibliografía:

Russo E. B. Taming THC: potential cannabis synergy and phytocannabinoid-terpenoid entourage effects, Br J Pharmacol. 2011 Aug:163(7):1344-64.

Russo E. B. The Case for the Entourage Effect and Conventional Breeding of Clinical Cannabis: No “Strain,” No Gain. Front. Plant SCI. 2019 Jan 9;9:1969.

Mudge E. M., Brown P. N., Murch S. J. The Terroir of Cannabis: Terpene Metabolomics as a Tool to Understand Cannabis sativa Selections. Planta Med. 2019 Jul;85(9-10):781-796.

Smith C. J., Vergara D., Keegan B., Jikomes N. The phytochemical diversity of commercial Cannabis in the United States. PLoS One. 2022 May 19;17(5):e0267498.

[1] E. B. Russo (2011).

2022-11-24T09:57:07+00:00

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